5 Trampas que no nos dejan avanzar

Como siempre les digo, en la acción es donde sucede la magia.  Muchas veces se nos pasa el tiempo estudiando, planeando, organizándolo todo y seguimos repasando, encontrando errores, cosas que podrían mejorar, estudios que nos siguen faltando y al final se pasa la vida sin hacer realidad nuestros sueños.  

Y podría ser que estemos estancados en una o varias de las siguientes conductas o trampas, que no nos dejan ni siquiera intentarlo, aunque estemos convencidos de que es nuestro camino, nuestra misión de vida y que somos los mejores para hacerlo.

Dejemos sólo de creer en nosotros y, ¡ pongamos manos a la obra!   Lo más importante al final es la acción así sea imperfecta o de a poquitos. 

  • Vacilar:  Es esa actitud que se ocasiona ante la incertidumbre.  Pensamos demasiado las cosas y no nos lanzamos a hacer nada.  Hay un gap entre saber que hacer y hacerlo, ese es el hábito de vacilar, dudar.
Es una pelea constante ante todo lo que queremos hacer y no hacemos; sentimos que se pasa el tiempo, que vamos envejeciendo y no empezamos. Estamos pendientes de lo que piensan y dicen los demás, compartimos nuestras ideas con todo el mundo a ver qué nos aconsejan y le damos vueltas al asunto eternamente hasta que se nos van quitando las ganas.  Nos complicamos la vida. Vale la pena preguntarse: ¿Qué necesito hacer?  ¿Debo buscar ayuda? ¿Estudiar como hacerlo? ¿Elaborar el contenido? ¿Promocionarme?  ¿Poner fechas límite para cada paso?  El primer paso es… ¡Hacerlo!  
  • Esconderse:  Nos pasa ante el miedo.  Miedo a no ser valiosos, a no ser suficientes, a ser rechazados, a desilusionar a otros, a que lo que queremos hacer no salga tan bueno como queremos.  Lo vemos cuando nos silenciamos, procastinamos, no hacemos las llamadas que debemos hacer, estamos mucho tiempo con las personas (inclusive amistades) sin decir lo que hacemos realmente. Eso es escondernos. Retraernos ante personas que parecen más experimentadas que nosotros.  Nos tenemos que creer nuestro valor personal, confiar en nosotros mismos, saber que hemos estudiado, tenemos intuición, empatía y amamos hacer nuestros sueños realidad ¡por eso son nuestros sueños!
  • Ser hiper críticos:  Nos sucede cuando hemos tenido fracasos pasados que nos hacen ser super conscientes de nuestros errores; estar marcados por lo que no hemos podido hacer; saber exactamente lo que puede salir mal y nos lleva a pensar que tenemos que ser perfectos, como mecanismo de defensa ante las criticas de los demás, para poder hacerlo.   No hacemos las cosas para no ir a fracasar porque eso nos mantiene seguros.  No nos exponemos.  Y puede que sea un ciclo que viene desde nuestra infancia, donde nos acostumbramos a «parecer perfectos» para no meternos en problemas, no ser objeto de burlas o evitar el castigo.  Pero el verdadero problema ahora de adultos somos nosotros y es tiempo de actualizar nuestros patrones de pensamiento.
  • Impotencia: Es lo mismo que ser víctimas.  Es una respuesta, cuando creemos que no vamos a lograr hacer las cosas que los demas esperan de nosotros.  Al final nos quedamos sin hacer lo que debemos y le echamos la culpa a todo lo demas.  Hay que dejar a las personas que hagan lo que tienen que hacer, no ser nosotras tan necesarias.  Aunque sufran.  Pero no podemos echarle la culpa a lo que «tenemos» que hacer para no hacer lo que «queremos» hacer con nuestra vida.  Cuando vemos un problema, si le hacemos frente, surgen las respuestas.  Conocemos nuestro potencial pero tenemos que animarnos y llevarnos a hacerlo.  Es lo que queremos y merecemos.
  • Ansiedad:  Pre-ocuparnos.  Es la negatividad que tenemos en la cabeza, toda la basura que pensamos.  Puede escalar hasta un ataque de pánico.  Hay que tener control de nosotros mismos para lograr tomar distancia de los problemas.  Sentirse nervioso es normal y sentirse agitado también, o contento y expectante de hacer algo.  Podemos cambiar el pensamiento y en lugar de pensar en lo que podría ir mal, podríamos pensar en todo lo bueno que podría venir.  Se producen diferentes hormonas y logramos cambiar la atención, la redirigimos y el cuerpo empieza a reaccionar diferente.  Nos presentamos ante las personas como alguien que esta super contento y no como alguien nervioso e inseguro.  La respuesta fisiologica se puede cambiar.

Puede que haya muchas otras actitudes que nos mantienen estancados, pero lo importante es ser conscientes de ellas e ir trabajándolas poco a poco y ante todo, ponernos en acción aunque sea con pequeños pasos que nos ayuden a ir viendo el progreso de lo que queremos lograr.  Es mejor un poquito que ningún poquito.

Te invito entonces a revisar qué te mantiene lejos de realizar tus sueños, y si necesitas ayuda para darte cuenta de qué es lo que sucede, es una buena idea contactar con alguien que puede ver desde fuera y está capacitado para hacerte las preguntas necesarias que te ayuden a conectar con tu interior y obtener las respuestas que ya tienes pero que necesitas exteriorizar, así que aquí estoy para ti con sesiones de coaching existencial logoterapéutico que te pueden ayudar a retomar el rumbo necesario para vivir una vida plena y significativa.

Con cariño,

Emily

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